Este cheesecake es perfecto si quieres un postre clásico con un twist. Además, no lleva huevo. Sus ingredientes son sólo queso blanco, leche condensada y jugo de limón. No podrás dejar de cocinarla.
Esta clásica torta cheesecake lleva una base de galletas molidas de vainilla, de coco, de almendras o de tu preferencia. Esta receta no lleva horno lo cual la hace más fácil de hacer, simplemente se termina de asentar en la heladera o freezer y es deliciosa.
Ingredientes
Para la base
1 paquete de galletas de vainilla
50 g de sésamo blanco y negro tostado
50 g de manteca
Para la crema
400 g de queso crema
1 lata de leche condensada
300 cc de crema de leche
7 g de gelatina sin sabor
3 limones
Preparación